Una larga trayectoria colaborando con diversas escuelas de baile, festivales y competiciones, me encontré con un patrón común: las fotos tradicionales servían como simples recuerdos para las familias, pero carecían de un propósito estratégico para las entidades organizadoras. El reto era transformar estas imágenes en activos de valor que no solo documentaran los eventos, sino que también ayudaran a las escuelas y festivales a mejorar su posicionamiento, visibilidad y promoción en un sector competitivo.

El enfoque fue redefinir el propósito de las fotos, adaptándolas a las necesidades de promoción de las entidades. En lugar de capturar solo momentos espontáneos y casuales, optamos por una combinación de fotografías artísticas y estratégicamente pensadas. Estas imágenes, además de ser recuerdos emotivos para las familias, fueron concebidas para reflejar el estilo único y los valores de cada escuela, festival o competición, creando una narrativa visual potente para cada entidad.

Este proyecto no solo redefinió cómo se perciben las fotos en el ámbito de la danza, sino que también demostró el poder de la fotografía como una herramienta estratégica de marketing. Al alinear su propósito con los objetivos de las entidades, logramos que las fotos de recuerdo se convirtieran en piezas clave para el crecimiento y promoción de escuelas de baile, festivales y competiciones.